Los investigadores descubrieron que cuando ciertas especies de gusanos se reproducen, renuevan sus reservas de una enzima clave -llamada Telemerasa-, que protege al ADN de envejecer.
Según los resultados, solo los gusanos que se reproducen de forma asexual (los que se dividen para dar lugar a nuevos individuos) poseen esta habilidad, que implica una potencial regeneración ilimitada.
Uno de los responsables del estudio, el doctor Aziz Aboobaker, aseguró que la investigación podría ayudar a entender mejor los procesos de envejecimiento y aliviar los achaques que sufre el ser humano al entrar en años.
Cuestión de piel
Aboobaker comentó que el grupo de científicos estudió dos tipos de gusanos, los que se reproducen sexualmente y los que se reproducen asexualmente, simplemente dividiéndose en dos, es decir una forma de clonación.
"Ambos parecen regenerarse indefinidamente por el crecimiento de nuevos músculos, piel, vísceras e incluso el cerebro entero una y otra vez", dijo el científico.
Explicó que cuando las células madre se dividen, empiezan a mostrar signos de envejecimiento, ya sea que se trate de curar heridas, durante la reproducción o el crecimiento. En ese caso ya no pueden dividirse y son menos capaces de reemplazar células especializadas exhaustas en los tejidos del cuerpo humano.
"El envejecimiento de la piel es quizás el ejemplo más visible de este efecto", señaló.
Los gusanos planaria pueden evitar el proceso de envejecimiento y logran que sus células se sigan dividiendo. Mantienen activamente los extremos de los cromosomas -llamados telómeros- en las células madre adultas, lo que teóricamente los hace inmortales.