El pasado año se abrieron en España un 20% más de clínicas de medicina estética, a pesar de la crisis y aunque el volumen de negocio no aumentó, lo que la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) achaca a una "guerra de precios" que ha hecho que los tratamientos hayan bajado.
Así lo ha asegurado la doctora Petra Vega, secretaria de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) y coordinadora de su comité científico, en declaraciones a los medios con motivo de la celebración del 9º Congreso Europeo de la Unión Internacional de Medicina Estética.
La doctora Vega ha considerado que el aumento de las clínicas se debe a los ajustes por la crisis, que está haciendo que médicos que decidieron dedicarse a la sanidad pública "en vista del panorama, se han formado en medicina estética y han abierto nuevos centros".
No obstante, "si la tarta es la misma y se tiene que repartir entre más, se crea una guerra de precios, que es muy negativa para el sector", ya que, según Vega, "la medicina estética tiene que defender su buen hacer, y el buen hacer tiene un precio".
Para esta doctora, "no hay duros a cuatro pesetas. Un producto vale lo que vale; cuando se baja el precio algo está pasando".
Por ello, ha rechazado los anuncios en Internet que ofertan servicios a precios muy bajos. "O se está diluyendo el producto o se está poniendo producto en muy poca cantidad, con lo que el tratamiento va a ser muy poco efectivo".
La crisis también hace que proliferen centros no autorizados, un intrusismo que la SEME está intentando combatir pidiendo a la administración una regulación.
En este sentido, la doctora Vega ha puesto de relieve que hoy"cualquiera" puede adquirir un láser para depilación, ya que en España esta técnica no se considera un acto médico, independientemente de si se realiza con unas pinzas o con la tecnología más sofisticada y que pueda entrañar riegos.
Esta doctora ha constatado "un cambio muy grande" en las prioridades en los pacientes.
"Este año después de Navidad mucha gente se ha regalado a sí mismo un tratamiento de medicina estética", ha señalado esta doctora, quien ha considerado que "la crisis ha puesto de manifiesto que los bienes materiales no son tan seguros ni para siempre. Al final a la persona le queda la sensación que lo que nunca irá a la baja es lo que lleve puesto".
El acceso de los hombres a la medicina estética se ha incrementado de manera importante.
Hace unos años no llegaban al 10% del total de pacientes y hoy yasuponen un 30%, una demanda que, además, va en aumento, y afecta a todas las edades.
Los hombres acuden a un centro de medicina estética por dos motivos fundamentales: cuando ven amenazado su puesto de trabajo o se quedan sin empleo y también tras un divorcio, para "salir al mercado de nuevo".
La demanda de servicios también ha registrado un cambio. Antes se pedían más aumentos de labios o pómulos y ahora la gente quiere tratamientos preventivos para no llegar luego a la cirugía