Se llama Silene stenophylla y es la planta más antigua que ha sido regenerada hasta ahora. Y lo que es más sorprendente: es fértil y produce flores blancas y semillas viables. El experimento demuestra que elpermafrost -la capa permanentemente congelada en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías- sirve como depósito natural de formas de vida ancestrales, según concluyen los autores en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. "Consideramos que es esencial continuar los estudios del permafrost en busca de genes de poblaciones ancestrales, formas de vidas preexistentes, que hipotéticamente han desaparecido de la Tierra", manifiestan los científicos en el artículo.
Svetlana Yashina, responsable del estudio, asegura que la planta regenerada es muy similar a su versión moderna, que aún abunda en la misma área en el nordeste de Siberia. Ella y su equipo encontraron el fruto después de examinar decenas de madrigueras fosilizadas ocultas bajo depósitos de hielo junto río Kolima, en Siberia, en sedimentos de entre 30.000 y 32.000 años de antigüedad. "Las ardillas cavaron la tierra congelada para construir sus madrigueras, que tienen el tamaño de una pelota de fútbol, colocando paja primero y luego pelaje animal para crear una cámara perfecta de almacenamiento a varios grados bajo cero; es un criobanco natural", explicó Stanislav Gubin, coautor del trabajo.