La cirugía estética es un procedimiento médico, por lo que no debería aparecer en los anuncios, indicó la asociación tras la polémica desatada por los problemas derivados de las prótesis mamarias de la marca francesa Poly Implants Prothéses (PIP). Además, la BAAPS quiere medidas para aumentar la regulación y supervisión del sector.
El pasado diciembre, la Agencia de Regulación de Productos de Salud y Medicina anunció que no recomendaría la retirada de los implantes PIP por no haber hallado pruebas de su relación con el cáncer.
Según el presidente de BAAPS, Fazel Fatah, en la última década la asociación ha trabajado para alertar a la población sobre la publicidad agresiva de este sector de la medicina. Estos avisos generan unas "expectativas irreales" sobre los resultados de estas intervenciones; "Ha llegado la hora del cambio", señaló.
En Reino Unido se estima que unas 40.000 mujeres llevan prótesis de silicona de la marca PIP, entre ellas centenares que se sometieron a cirugía de reconstrucción del pecho a través del Servicio Nacional de Salud (NHS).
El Gobierno británico ya ha indicado que estos implantes facilitados a través del NHS pueden ser retirados sin tener que pagar, pero no se haría si la intervención fue realizada en primer lugar en clínicas privadas