martes, enero 31, 2012

El exceso de frío en invierno aumenta la polución



Los inviernos fríos generan más polución. Es la conclusión a la que llegaron investigadores suecos tras estudiar cómo cuando las bajas presiones se sitúan sobre el sur de Europa y desplazan aire frío desde las regiones polares o desde Siberia, las concentraciones de óxido de nitrógeno (NO y NO2) en la atmósfera aumentan, reduciendo la calidad del aire urbano.

Al parecer, todo depende de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO, por sus siglas en inglés), que es una fluctuación en la diferencia de presión a nivel del mar que se produce entre las bajas presiones de Islandia y las altas presiones de la Azores. Cuando la NAO es positiva (NAO+), que en invierno es lo más habitual, los vientos de las latitudes altas circulan con fuerza de oeste a este –paralelos al ecuador– e impiden que el frío generado en el Ártico se extienda a otras áreas. Cuando esto sucede, las borrascas que se forman en el Atlántico encuentran un pasillo favorable para avanzar y dan lugar a los tradicionales inviernos lluviosos y bastante suaves de Londres y otras ciudades de Europa. Sin embargo, cuando la NAO tiene una fase negativa (NAO-), el frío invade Europa y la contaminación que se acumula en el aire aumenta considerablemente, según concluyen los autores del estudio en la revistaAtmospheric Environment.