Cambió la vida de millones de personas
Jobs murió el miércoles a los 56 años tras padecer durante largo tiempo un cáncer de páncreas. Muestras de simpatía surgieron en todo el mundo y jefes de Estado, líderes de compañías rivales y fanáticos rindieron tributo al hombre que cambió la vida de incontables millones de personas a través de las computadoras Macintosh, el iPod, el iPhone y el iPad.
Jobs luchó con problemas de salud pero contó poco acerca de su batalla contra el cáncer desde una operación en el 2004. Cuando renunció a la presidencia ejecutiva de Apple en agosto y cedió ese lugar a Tim Cook, simplemente manifestó que ya no podía cumplir con sus obligaciones para el cargo. Apple ha imitado el carácter de su creador ante la circunstancia de su muerte, diciendo solamente que en el momento del fallecimiento su presidente se encontraba rodeado por su esposa, Laurene, y sus familiares inmediatos.
Jobs tenía cuatro hijos, producto de dos relaciones. Las características y arreglos del funeral no han sido revelados y no se sabe cuando la compañía llevará a cabo una planeada "celebración" de la vida de Jobs. Funcionarios en Sacramento dijeron que no habrá funeral estatal o público.
En las oficinas centrales de Apple, en el corazón de Silicon Valley, los empleados -antiguos y actuales- de la compañía se reunieron con sus familias bajo un cielo cubierto para presentar sus respetos en un improvisado altar erigido cerca de las instalaciones. "Era una persona muy reservada, pero estaba en todas partes de los productos que creaba", dijo Glenn Harada, un ex empleado de Apple de 22 años. "El nunca trabajaba solo pero nada de esto podría haber sucedido sin él", agregó.