domingo, marzo 04, 2012
No comer pescado reduce el volumen del cerebro
Se cuentan por cientos los estudios que han encontrado una relación entre seguir una dieta rica en pescado y una menor mortalidad cardiovascular o por accidentes cerebrovasculares. También existe una amplio número de ensayos que han relacionado su ingesta con un menor riesgo de desarrollar demencia. Sin embargo, el estudio que publica hoy Zaldy Tan, de la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) esdistinto, interesante y casi definitivo.
Este científico y su equipo han llevado a cabo una investigación conresonancias magnéticas que constata que aquéllos que menos pescado consumen en su dieta tienen un menor volumen cerebral, "que es el equivalente a dos años de envejecimiento estructural del cerebro", detallan en el último 'Neurology'.
En declaraciones al ELMUNDO.es, el doctor Tan puntualiza: "Este es el primer estudio que analiza los glóbulos rojos de ácidos grasos omega-3 (que representan la ingesta dietética de este tipo de ácidos grasos que se encuentran típicamente en los peces) y los volúmenes del cerebro y el rendimiento cognitivo. Hay otros estudios con resultados similares, pero están basados en datos epidemiológicos obtenidos de cuestionarios sobre frecuencia alimentaria y, por tanto, no son tan fiables".
Jorge Matías-Guiu, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, reconoce que, efectivamente, "el estudio llega a confirmar evidencias anteriores que constatan cómo una dieta rica en determinados pescados favorece una menor atrofia y menos envejecimiento cerebral".
La mayor ingesta alimentaria de pescados y "los niveles circulantes de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentanoico (EPA), ambos ácidos grasos poliinsaturados esenciales de la serie omega-3 (que se encuentran fundamentalmente, en el salmón, las sardinas, los arenques, el sábalo o el verdel) se han relacionado con un menor riesgo de demencia, pero los mecanismos que subyacen a esta asociación no están del todo claros. Por eso hemos llevado a cabo un estudio que establezca los niveles sanguíneos de estos ácidos y su relación con imágenes subclínicas y marcadores cognitivos de riesgo de demencia en un grupo de personas de mediana edad", introducen los autores en su ensayo.
De esta forma los científicos escogieron a participantes del estudio Framingham (famosa investigación que se inició en 1948 con el fin de identificar los factores de riesgo comunes y característicos de las enfermedades cardiovasculares) que no tuvieran demencia. Finalmente reclutaron a 1.575 varones y 854 mujeres de entre 67 y 69 años.
"El trabajo de Zaldy Tan parte de una cohorte del famoso Framinghan, uno de los estudios metodológicamente más rigurosos a largo plazo. Por este motivo, y aunque otros ensayos han fallado a la hora de establecer la relación entre consumo de pescado y beneficios cerebrales debido seguramente a problemas de metodología, estamos ante un trabajo muy importante, potente y riguroso", insiste el experto español.